La fatiga mental se ha descrito
como la ‘disminución temporal de la eficiencia funcional mental’ junto con la
sensación continuada de cansancio, cefaleas y fatiga en los ojos, entre otras
cosas. En su origen pueden estar la sobrecarga de trabajo o un alto impacto
emocional de las demandas vitales y también factores como tener hábitos poco saludables, dormir
poco o mal, no alimentarse adecuadamente. Las consecuencias directas son imaginables: peor
concentración, más fallos de memoria, más errores y menor rendimiento en los
estudios y el trabajo.
Existen olvidos que son normales
y que surgen por cansancio, por distracción o por apuro; por ejemplo, dónde
dejamos las llaves o una prenda. En cambio, hay otras situaciones a las que
debemos prestarles atención. Si no recordamos qué comimos ayer, a qué reunión
fuimos la semana pasada, qué película vimos hace unos días, si nos olvidamos
por completo de que teníamos una cita, entonces, quizás, sea momento de
consultar al médico.
Los olvidos de eventos recientes
están asociados con el deterioro cognitivo, y una de las características de
estas situaciones es que no se trata de pequeños detalles, sino de eventos
completos. No es grave olvidarse del nombre del actor de la película que vimos
el fin de semana, pero sí haberse olvidado de haber ido al cine, dice Pablo
Richly, jefe de la Clínica de Memoria Ineco.
ALIMENTACIÓN Y ACTIVIDAD FÍSICA
Una alimentación
equilibrada es la garantía de un estado general saludable y eso incluye a
nuestro cerebro. Por eso, en la dieta diaria no deben faltar frutas frescas y
secas, y verduras y legumbres, ya que aportan vitamina B12 y ácido fólico, protectores
del sistema nervioso.
Se ha comprobado que la dieta
mediterránea –basada en alimentos naturales como oliva, pescados, frutas y
pasta– ayuda a prevenir el deterioro cognitivo.
En cuanto a las actividades, los
médicos recomiendan las que son aeróbicas, como caminatas de 30 minutos por
día, bicicleta o natación, y para que den buenos resultados es fundamental
realizarlas de manera regular hasta que se conviertan en un hábito.
Hay ejercicios cotidianos que
ayudan a mantener frescas la concentración y la memoria. Son simples, no
requieren esfuerzo ni mucho tiempo y hasta pueden ser divertidos.
- Mirar una película y explicar la trama, con sumo detalle, a alguien que no la haya visto.
- Hacer cuentas mentalmente y luego compararlas con el resultado del ticket.
- Lavarse los dientes con la mano no dominante.
- Al atender el teléfono, tratar de reconocer al que llama antes de que se identifique. Al final del día, hacer una lista con las personas que llamaron, con quiénes hablamos o a quiénes vimos.
- En una reunión, intentar calcular cuánta gente hay a la derecha y cuánta a la izquierda.
- Durante una comida, identificar los ingredientes utilizados y concentrarse hasta en los sabores más sutiles.
- Leer un texto corto y tratar de repetirlo con el mayor detalle posible.
- Todos los días, dedicar unos minutos a hacer juegos de ingenio, como sopas de letras, sudokus, crucigramas.
- Mantener una actividad física rutinaria.
- Estimular la vida social con reuniones de amigos, familiares, entre otras.
- Tener un hobby, aprender idiomas o algún instrumento.
Artículos de la revista Susana http://www.revistasusana.com
REMEDIOS NATURALES PARA EL
CANSANCIO CRÓNICO- FÍSICO
• DIETA: aumenta el consumo de
cereales no refinados, frutas y vegetales frescos en jugo o ensalada, los
cuales mineralizan y aportan muchos nutrientes al cuerpo. Evitar Saltarse
comidas o reducir bruscamente la ingesta de calorías. Beber líquidos en cantidades
suficiente y evitar a toda costa
alimentos procesados, chatarra, comida rápida, azucares refinados, embutidos de
origen animal, ya que estos dejan a las células sin la energía necesaria para
que puedan cumplir con sus funciones y no tienen ninguna porte nutritivo en el
cuerpo.
• DESCANSO: tienes que procurar
dormir al menos 7 u 8 horas diarias. Si padeces de insomnio, es necesario ver
los remedios en cansancio emocional o mental. Reparte tu día entre actividades
físicas y distracciones que te relajen y recreen.
• GINSENG: excelente para
revitalizar el cuerpo. Tiene sustancias
de actividad antibiótica, aminoácidos, potasio, silicio y fósforo. Sus principios activos son los ginsenósidos, posee ciertos minerales y
oligoelementos como el azufre, el germanio, el manganeso, el magnesio, el
calcio, el zinc, las vitaminas B1, B2, B6, la biotina y el ácido pantoténico.
Mejora la utilización del oxígeno por las células. Incrementa el buen
aprovechamiento de la glucosa, disminuyendo la concentración de ácido láctico
en el músculo producido por el trabajo intenso del músculo, aumenta la
resistencia a la fatiga y mejora el rendimiento físico sin producir un efecto
excitante.
• JALEA REAL: ideal para personas
con una elevada actividad física, las abejas reinas se alimentan con ella, viven seis años (las obreras solo seis
semanas) y su tamaño es el doble). Tiene excelentes propiedades nutritivas,
energéticas y metabólicas, destacan vitaminas con efectos antioxidante.
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